Propulsados únicamente por uno o varios motores eléctricos, la energía para desplazarse procede de las baterías recargables que tiene el vehículo.
En la actualidad hay una oferta de modelos eléctricos que empieza a ser variada y ajustada a diferentes usos y necesidades. Un coche eléctrico de prestaciones medias permite realizar en torno a 300Km reales sin necesidad de recargar.
Su precio empieza a asemejarse al de un coche convencional gracias a la economía de escalas y al abaratamiento del coste de las baterías eléctricas (el elemento más caro del vehículo).
Estos vehículos obtienen la etiqueta de cero emisiones de la DGT y por tanto optan a diversos incentivos locales y exenciones.